La abuela tiembla en cada rayo
bajo su cuero cabelludo.
No le parece gracioso que su memoria
esté llena de lluvia; ahora no le
posible otro paisaje. Su época
es la de un puerto construyéndose a sí mismo.
En las ventanas el nivel del agua sube,
convierte su casa en una pecera.
Mientras gritan en los otros cuartos,
la abuela se desnuda para sacudirse las aletas.
Sumergida deja de escuchar los relámpagos
contra la superficie del mar.
Tal pareciera que este poema e "Involución" guardan un cercano parentesco. ¿Serán dos textos de un mismo libro?
ResponderEliminartodos los de este blog
ResponderEliminares que aqui queda en evidencia ese proceso de escribir para un libro en desorden
je