sábado, 25 de diciembre de 2010

Todo lo que esta hueco o La alma de hule

La abuela es una muñeca.
Alguien la baña,
le sirve un plato de comida fría
y la acuesta.
Ve el mar
y a veces los ojos
le brillan como esas bolitas
que tienen las muñecas
en la cara.
Pero la abuela
se queda callada.
Y los labios se le ponen duros
y las manos;
debe ser la brisa.
La abuela es una muñeca
que se esta muriendo.

lunes, 19 de julio de 2010

Testamento

Yo creo en vos agua,
en todo el peso que el mar sobre mi deja;
este último aire y este último soplo.
En mi piel se revientan escamas,
en mis costados nacen branquias
azules como el cielo.
Yo creo en vos agua,
creo en la luna apagada
que se extiende en mis ojos.
Mi boca se llena de arena
y tengo el gusto repleto de sal.
Yo creo en vos,
agua y superficie,
agua y sed,
agua y violencia.
Mi dolor es la repetición
de la marea contra la orilla.
Por eso creo en vos agua,
vos que me regresás al lugar
donde apagué mi fuego
y hundí mis manos.
Porque viertes mi carne
en este esqueleto
que me dará descanso
por unos días.
Cuando muera y encalle,
cuando muera y asfixie,
cuando muera y me seque
tendré una gota en el pecho,
tendré este ruido y un baile torpe
en las aletas.
La muerte no hará más
que descubrir mi vacío.

sábado, 10 de julio de 2010

Por un momento el mar

Nuestro reflejo contra los cristales de la ventana.
Por un momento la sangre recuerda que es parte sal
y de esa sal que corroe lentamente el cuerpo.
La marea se hunde en nuestro pecho y cava en sus costados.
Por un momento es el mar tomando la carne; ese soplo de aires apagado.
Algo apenas flota en la superficie.
Acercándose poco a poco.
La ventana. Las cosas fuera.
Este naufragio casi propio.

martes, 18 de mayo de 2010

el átomo de silicio

Go away from my window
Leave at your own chosen Speed
Bob Dylan

El vidrio es lo más próximo al mar. Esa intangibilidad hecha en la arena, ese peso muerto recorriendo el agua; esa sensación como un reflejo donde somos nada. Poco concuerda con la pereza de enfrentarnos al mundo más allá de esta ventana, más allá de estos pasos.
El vidrio es lo más próximo al mar y detrás de su brillo solo existe algo que tiene nombre en la memoria. Nada queda de la marea. Nada queda del llanto de las gaviotas o la sangre de los marinos y sus barcos. No hay sal en el dorso de esta imagen.
Esa es la ciudad y esos sus habitantes: fantasmas que se arrastran todo el peso de la tierra. Aun así el viento que los empuja no es marítimo y el sudor que cargan no esta lleno de peces.
El vidrio es lo más próximo al mar. Es esta una nueva forma de ahogarnos.

lunes, 22 de febrero de 2010

9 am

Sirvo el desayuno
con el dedo indice señalando
un cuerpo muerto.
Me duele tanto
como para decirtelo,
tanto para que la leche
se ponga agria
y el pan duro.
Me sobran cuerpos
en esta mesa
y no hay migajas
que recoger.
La boca me sabe a cenizas.

jueves, 7 de enero de 2010

Mar Muerto

En esta misma ciudad
en este mismo puerto
se hunden los peces hechos de joyas de carbón
en algo parecido al infinito.

Vos miras las mismas aguas
mientras yo me marcho sin saber nada de las tardes
de roca solida en las que mueren
esas estrellas con branquias.

El mar se ha vuelto negro
y todo lo que brilla
grita nuestros nombres.

En esta misma ciudad
una mujer hace que el olvido
este lleno de esqueletos.

En este mismo puerto
una ciudad se ahoga
en sus pasos.

Esta noche
no habrá pesca.

domingo, 3 de enero de 2010

Naufragio II

Soy mientras tanto
un mecanismo de flotación.
El agua es tan espesa como mi saliva
y en mi boca vive un pez
que se ahoga durante la noche.
La mitad de mi cuerpo se ha escamado
y el sol me hace un arcoiris entre la bruma.
Lo que todavía respiro se deshace
como piedras amargas.
Apenas me mantengo a flote.
Poco a poco me voy llenando de sal,
de la música de la marea,
de olas que laten cada vez
mas adentro de mi cuerpo.